Es el último lagarto gigante en ser localizado y clasificado hasta el momento.
Su descubrimiento y clasificación ha sido fruto del esfuerzo que un grupo de científicos ha realizado en la isla de Luzón (Filipinas), concretamente en la cordillera de Sierra Madre, durante la última década.
[3] Su estudio comienza a raíz de unas fotografías en las que se apreciaba a un grupo de cazadores portar un lagarto gigante de color negro y amarillo que no estaba clasificado hasta la fecha.
Por ello un grupo científico se trasladó al lugar y tras localizar algunas pruebas de su posible existencia consiguieron dar con un ejemplar al que capturaron.
Por el momento es difícil determinar su estado de conservación o calcular su población.