[3][4] Se emplea desde antiguo en la elaboración de elementos gemológicos como son las cuentas, abalorios, o cabujones.
Se trata de un mineral que puede ser verde azulado hasta un color rojo.
La variscita se utilizó en Europa para fabricar ornamentos personales, especialmente cuentas, desde el Neolítico habiéndose encontrado en múltiples yacimientos prehistóricos, hasta el norte de Bretaña.
Su utilización continuó durante la Edad del Bronce y en época romana, aunque hasta el siglo XIX no se determinó que toda la variscita utilizada en Europa procedía de tres yacimientos en España.
El de Gavá (Barcelona), es probablemente el que comenzó a explotarse en el Neolítico antiguo.