Velo

En especial, se llama así al que se ponen de color negro las monjas o religiosas al tiempo de hacer su profesión siendo el que traen las novicias blanco para distinguirlas.

Por siglos, las mujeres occidentales han usado velos finos, pero solamente bajo ciertas circunstancias.

Hasta el siglo XX la mujer solía cubrirse la cabeza con un velo fino al entrar a una iglesia.

Tradicionalmente, en el cristianismo, a las mujeres se les ordenaba cubrirse la cabeza en la iglesia, tal como era (y sigue siendo) costumbre de que los hombres se quiten el sombrero como señal de respeto.

Juzguen ustedes mismos: ¿Es apropiado que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza?

Si alguien insiste en discutir este asunto, tenga en cuenta que nosotros no tenemos otra costumbre, ni tampoco las iglesias de Dios.»[1]​ (Nueva Versión Internacional)

La tasadora de perlas de Johannes Vermeer (1665)
Monjas profesas con velos negros.