El verdaccio es una capa base usada en la pintura al temple y óleo, sus orígenes se remiten a la Alta Edad Media, sin embargo se cree que podría haber sido una de las primeras bases pictóricas de los cuadros helenísticos, como su nombre indica tiene como principal característica el dominio de un tono verdoso agrisado que fue muy apreciado por la estética medieval y posteriormente renacentista, cayó en desuso con la llegada de la técnica barroca de la infrapintura en el siglo XVII donde la rapidez en el ímpetu del trabajo artístico hicieron innecesaria la calidad translúcida que proporciona esta técnica.
El conocimiento exacto de su preparación se sabe gracias a las indicaciones dejadas por Cennino Cennini en su Libro del Arte.
La fórmula es la siguiente: En esta fórmula se hace referencia al tamaño de la judía, la lenteja y la punta de espátula como tamaños aproximados para colocar la cantidad de pigmento en la paleta, existe una variante nórdica usada en los Países Bajos que solo cambia el ocre amarillo por sombra natural siendo este resultado más parecido a un color café agrisado.
Sobre esta base el trabajo siguiente era la aplicación del color en veladuras partiendo de la sombra a la luz, acumulando mayor cantidad de material en la luz y menor en las sombras pero siempre con la presencia translúcida del verdaccio como tono intermedio en las carnaciones de la piel.
A pesar de ciertas conjeturas respecto al uso del pigmento verde en el "verdaccio moderno" esta técnica nunca usó tal color puro para recrear ese tono, sabiendo que el verde de azurita era usado en acabados finales, el verde olivo carecía de la capacidad cubriente para una base sólida y el verde de cromo fue sintetizado en el siglo XIX, lo cual lleva a definir esto como técnicas sin bases históricas, siendo el verdaccio descrito por Cennino como la forma original.