1] Participaron tres embarcaciones: la carabela Pinta, la carabela Niña y la nao Santa María, al mando de Martín Alonso Pinzón, Vicente Yáñez Pinzón y Cristóbal Colón, respectivamente.
Sin embargo, según un estudio publicado en 1986 en revista National Geographic,[2] Colón podría haber llegado a Cayo Samaná, otra pequeña isla del archipiélago de las Bahamas, aunque esto no es aceptado por muchos expertos.
[14] En 1476, un navío en el que iba a bordo Cristóbal Colón fue atacado por corsarios y naufragó al sur de Portugal.
Durante siglos los europeos habían pensado que las ciudades muy cercanas al ecuador terrestre eran demasiado calurosas para ser habitadas o productivas, pero los navegantes ibéricos habían probado tiempo atrás que eso era falso.
[21] Colón pudo haber visitado el Castillo de San Jorge construido por los portugueses en 1482 para comerciar con oro y esclavos.
[24] También se contaban historias de palos tallados que venían del mar y maderas extrañas.
[26] El mapa mostraba un mundo donde China se alargaba tanto hacia el Este que podía estar incluso cerca de Europa.
[29] En cualquier caso, creyó que tenía base suficiente para realizar dicho viaje.
[30] Colón necesitaba financiación para la realización del viaje, de modo que acudió al monarca Juan II de Portugal entre 1483 y 1485, que trasladó el asunto a sus consejeros en temas náuticos y finalmente rechazó el proyecto.
[35] La Corona portuguesa perseguía en aquellos momentos un plan para llegar a la India rodeando el sur de África.
[30] Probablemente el rey Juan prefiriese la opción de van Olmen porque este se comprometió a financiar íntegramente la expedición.
[52] Santa Fe era el campamento que habían establecido los reyes castellano-aragoneses en la Vega de Granada como cuartel general durante el asedio.
[72][73] Los vecinos a los que es referida dicha provisión contestarían: Otra real provisión, genérica, concedida a Colón, por los Reyes Católicos, obligaba a las villas de las costas andaluzas: Con esta última provisión embargó dos barcos en Moguer en presencia del escribano moguereño Alonso Pardo, embarcaciones que más tarde serían desechadas.
Palos de la Frontera estaba obligada, en virtud de la citada real provisión, a suministrar dos carabelas totalmente pertrechadas,[81][73] que finalmente fueron la Pinta y la Niña, elegidas —tal como indican muchos testimonios en los pleitos colombinos— por Martín Alonso Pinzón.
Sea como fuere Martín Alonso desde aquel momento comienza una enérgica campaña en favor de la empresa.
Oficiales Marineros Grumetes Otros oficios Oficiales Marineros Grumetes Otros oficios Oficiales Marineros Grumetes Otros oficios Marineros Grumetes Cristóbal Colón parte con tres carabelas: la Niña, la Pinta, y otra de mayor porte, la Santa María (es llamada nao varias veces en el Diario del primer viaje, siendo este un término similar a nave o navío[263] y no significa necesariamente que se tratara de una carraca en lugar de una carabela) del atlántico Puerto de Palos (actual provincia de Huelva, España).
Era una isla del Caribe, que los indios llamaban Guanahani,[272] y Colón bautizó como San Salvador.
La relación del viaje no especifica más la imagen y a menudo es representado Colón con el pendón real de Castilla.
Allí, tomaron contacto con los indígenas, que se mostraron impresionados por ver a hombres blancos, con barba, armas de metal y barcos enormes, llegándoles a preguntar si venían del cielo.[n.
28] De San Salvador prosiguieron viaje por las Bahamas y descubrieron una pequeña isla que Colón llamó Santa María de la Concepción (el actual Cayo Rum según Samuel Morison, o bien el actual Cayo Samaná según estudios más recientes)[277] y otra pequeña a la que llamó Fernandina (actual Long Island) en honor al rey Fernando.
Mientras esperaban Colón midió la latitud con su cuadrante y, según Las Casas, obtuvo un valor de 42° norte que en realidad es imposible observar desde Cuba.
[279] El 12 de noviembre regresaron los exploradores y Colón dudó durante una semana qué rumbo tomar a continuación, desorientado además por otra medida de latitud que volvió a arrojar 42º.
Según Varela Marcos, varios indicios llevan a pensar que, tras pasar por Babeque, Pinzón navegó hasta Jamaica y de allí rodeó La Española por el este.
Allí encontraron perlas rojizas y después pusieron rumbo al sur.
Colón recibe ayuda del cacique indígena para rescatar a la tripulación y la carga.
Pinzón, por su parte, se enteró también por los nativos del naufragio de Colón unos días atrás y decidió navegar hacia allí.
Los dos capitanes dialogaron y parece ser que Colón perdonó la separación de Pinzón con su nave;[291] aunque según el Diario este perdón solo fue aparente;[292] en cualquier caso, la noticia del oro alegró a Colón, que luego les comentaría a los reyes lo oportuno de Dios en haber hecho naufragar la Santa María en ese lugar.
[311] No existen referencias concretas del recibimiento de Colón en la ciudad de Sevilla, aunque el historiador Henry Harrise afirma que se hizo una fiesta similar a la del Corpus Christi.
[314] Según Las Casas, el viaje lo realizó por tierra, deteniéndose, aunque poco, para que los habitantes de los pueblos vieran el cortejo.
Entre ellas destacan las cartas anunciando el Descubrimiento que circularon en distintas versiones impresas por toda Europa,[320] la Historia del Almirante escrita por Hernando Colón y publicada a mediados del siglo XVI[325] o las declaraciones de los participantes en el viaje llamados a testificar durante los llamados pleitos colombinos que opusieron a los descendientes de Colón con la Corona.