La familia se trasladó a Daimiel y en 1851, cuando Vicente contaba dieciocho años, vivía en Ciudad Real con sus padres y trabajaba como aprendiz en un taller de ebanistería.
Para entonces ya había fallecido su padre, y su madre regentaba un estanco en la misma ciudad.
En los años 1898 y 1900 comienza a aparecer su nombre en las guías comerciales o Anuarios del Comercio Bailly-Baillière como fabricante de guitarras en Ciudad Real.
En las ediciones posteriores aparece con residencia en Madrid, adonde ha trasladado su negocio, ya que la gran mayoría de sus guitarras las vendía en la capital de reino y tenía que trasladarlas allí.
Sus guitarras, aparte de un tamaño un poco más reducido, como ya se ha expuesto, utilizaban para su construcción y de forma habitual, para la tapa, pino abeto alemán, para el fondo arce, que posee unas aguas y brillos espectaculares, o palo santo de Brasil, para los aros también arce o palo santo de Brasil.