Vicente Lafita

Al amanecer el corregidor ordenó inventariar todas las posesiones de los jesuitas entre propiedades, alhajas, libros, muebles y esclavos.

Las piezas más valiosas, como la custodia, fueron entregadas al cuidado de la catedral y el resto se distribuyó entre las parroquias menores.

En 1770 Lafita tuvo que hacer frente a las rebeliones indígenas que se producían por toda la región, en Caquiaviri los indígenas habían matado a 4 españoles, en Pacajes fue asesinado José Castillo y otras 5 personas, en Sica Sica el cobrador de tributos Manuel Salas también fue asesinado.

Cumpliendo la orden el corregidor ordenó que ningún hacendado debía dirigirse a sus sirvientes en lenguas nativas y tampoco éstos podían dirigirse a sus amos en otro idioma que no fuera el castellano.

La orden trató de cumplirse en la ciudad pero en las propiedades rurales nunca se acató.