Bélanger trató a Contamin con gran afecto, asesorándole cuando dejó la escuela.
[1] Como comentó en una carta a La revue le Travail en diciembre de 1888, la importancia de este trabajo a menudo no era apreciada por el público.
[6] Contamin y su equipo comprobaron todos los cálculos y todas los diseños de los elementos metálicos, incluyendo "La Torre de 300 metros" que Gustave Eiffel construiría.
[13] La estructura de hierro y vidrio estaba sustentada por arcos triarticulados, un tipo estructural que había sido desarrollado para la construcción de puentes.
[11] Fue la primera vez que una galería de arcos porticados se utilizó a una escala tan grande.
[15] Eugène Hénard, quién asistió a Dutert, afirmaba que el Palais des Machines supo combinar exitosamente la apariencia estética con su función ingenieril.