Victoriano Cepeda

Victoriano Cepeda y Serapio Fragoso (también político, que fungiría en diversas ocasiones como Secretario del Gobierno del Estado, quienes tuvieron la pretensión de comprar al Ayuntamiento de Saltillo las que fuesen las Casas Consistoriales y hospital del pueblo de San Esteban, pero no lo lograron dado que los tlaxcaltecas del Pueblo se opusieron presentando sus títulos de propiedad comunal dados desde la Época Colonial.

Así las cosas la reunión de los electores tendría verificativo con la presencia de los electores de Patos, teniéndose como candidatos para la alcaldía a Jesús Carrillo y Valdés, Antonio Goríbar, Jesús Narro y Rodríguez y Victoriano Cepeda.

En términos generales se tiene que entre 1850-1860 se desempeñaba como profesor catedrático del Colegio Josefino, de hecho documentos del Archivo Municipal de Saltillo señalan que todavía lo era en 1863.

Tuvo, en febrero-marzo de 1859, problemas con José Grande y Luis Córdova, en un reclamo sobre una veta de plata, ubicada en Real de Catorce, San Luis Potosí, en la que Cepeda declaraba tener derechos, de lo que resultó que solo estos dos personajes terminaron demostrando que Cepeda, al no seguir trabajando con ellos, había perdido todo derecho sobre la mina.

En 1853 se expidió el "Plan del Hospicio o de Guadalajara", mediante el cual se determinaba que Juan Bautista Ceballos siguiera como Presidente de la República, hasta que el general López de Santa Anna pudiera asumir el cargo, pero Ceballos no aceptó, por lo que nombraron como Presidente interino al Gral.

Que los pueblos de Coahuila estaban a favor de anular las elecciones para gobernador, de vicegobernador y diputados al Congreso del Estado, por un lado por ser parte del anterior régimen, y por otra por el simple pero fundamental de que quienes habían sido elegidos para ocupar esos cargos no se presentaron a rendir la protesta como lo marcaba la Constitución del Estado, lo que de facto anulaba dichas elecciones.

También se invitaría mediante oficio extraordinario para que se sumara al Plan al Batallón de la Guardia Nacional “Ramos Arizpe” y a todos los ayuntamientos del Estado.

Ya como coronel, Cepeda combatió a los invasores en las batallas de San Lorenzo, Santa Gertrudis y Santa Isabel, ganadas a los imperialistas.

Derrotó a Máximo Campos, que con Santiago Vidaurri se había sublevado contra el gobierno de la República.

Al disminuir la popularidad del Presidente Juárez, desde luego que hubo gobierno estatales que se mantuvieron firmes en su apoyo a Juárez, uno de dichos gobiernos sería el de Coahuila, al respecto se tiene que en 1869 hubo necesidad de someter al orden por segunda vez al incorregible poblano Miguel Negrete; y por primera a Desiderio Díaz en Tlacotalpan...”, a Francisco Díaz y Pedro Martínez en San Luis Potosí, así como al rebelde crónico de Zacatecas y cacique Trinidad García de la Cadena, y a Jesús Toledo en Aguascalientes, contra estos cuatro últimos habrían de cooperar a su derrota fuerzas coahuilenses, integradas con vecinos de todos los municipios de Coahuila, bajo el mando del Crnl.

Ignacio Mejía enviaría al Gobernador de Coahuila, coronel Victoriano Cepeda, el comunicado mediante el cual le informaba que el Presidente Juárez estaba enterado y complacido de que se hubiesen a reunir reemplazos para las tropas federales que debían marchar hacia la ciudad de San Luis Potosí.

Mientras que surgiría por el rumbo de Candela, al Noreste de Saltillo y al este de Monclova, una partida de rebeldes encabezada por un tal Juan López de la Cadena, quienes asaltaría varios pueblos y exigiría préstamos forzosos, por lo que serían perseguidos, lo que lo llevaría a que se refugiaran en Nuevo León, más al regresar López a Coahuila sería capturado, y encarcelado en Saltillo.

Mientras que surgiría por el rumbo de Candela, al Noreste de Saltillo y al este de Monclova, una partida de rebeldes encabezada por un tal Juan López de la Cadena, quienes asaltaría varios pueblos y exigiría préstamos forzosos, por lo que serían perseguidos, lo que lo llevaría a que se refugiaran en Nuevo León, más al regresar López a Coahuila sería capturado, y encarcelado en Saltillo.

Cepeda y su fuerza fueron recibidos con entusiasmo, sin embargo en Nuevo León los algunos pequeños grupos de revoltosos seguían todavía en armas, por lo mismo el Gobernador ordenaría que se mantuviesen vigilados los puntos de comunicación con Nuevo León, sin embargo Cepeda, tal vez por las fatigas de la campaña militar, enfermaría seriamente hacia el 10 de septiembre siguiente, por lo que se le otorgaría una nueva licencia por parte del Congreso del Estado, Cepeda había enfermado tan repentinamente que tomaría el cargo interinamente el general Miguel Palacios el 11 de septiembre, pero el verdadero Gobernador interino, sería el Lic.

Cepeda realmente estaba enfermo, incluso se temió por su vida, pues todavía para el 1º de octubre no se restablecía y por ende no había podido presentase ante los diputados para hacer la protesta de ley que lo autorizaba para retomar la Gubernatura, por lo que el Presidente del Congreso, diputado Jesús Gómez, comunicaría al Gobernador Salas que estarían atentos al restablecimiento de Cepeda y a que éste avisara haberse recuperado de los males que lo aquejaban.

Arizpe renunció y fue elegido en su lugar don Jesús Valdés Mejía, nombramiento que fue comunicado a todos los ayuntamientos mediante la Circular No.

Por lo tanto el Gobernador Cepeda, apoyado por el Supremo Tribunal de Justicia declaró que el Congreso era ilegal, y en contrapartida éste lo desconoció mediante el Decreto n.º 72, de fecha 10 de septiembre de 1873, por el cual se declaró que el general Victoriano Cepeda cesaba en sus funciones de Gobernador y nombraba el Congreso en su lugar al Dr. Ismael Salas, y nombró para substituirlo como Gobernador al Dr. Ismael Salas, si bien la posición y derechos de Cepeda fue apoyada por los generales Hipólito Charles, Ildefonso Fuentes y Nicanor Valdés, el despojo político sería consumado, sin embargo los ánimos en Coahuila estaban muy caldeados, por lo que el Presidente Lerdo determinó enviar al Gral.

Fuero asumiera la Gubernatura, quien llegó con el propósito de restablecer la paz y tranquilidad.

De hecho ya no regresó a Saltillo, Coahuila.