Viejo Calavera

Viejo calavera es una película boliviana dramática dirigida y escrita por Kiro Russo.

La cámara de Russo muestra la complejidad de construirse en el otro en una cultura condenada a la oscuridad y las enfermedades respiratorias y la imposibilidad del propio Elder para conocerse a sí mismo.

Los mineros del sindicato se quejan de Elder por estar siempre ebrio y recuerdan a su padre quien fue muy trabajador.

Tampoco le llama la atención la actividad sindical tan famosa en las minas bolivianas, la vanguardia proletaria; ni se anota a alguna otra iniciativa como el deporte, la música, también destacados aportes obreros.

Al final, un gesto, una ternura como recordaba Líber Forty, tan esencial en la rudeza de los mineros, arremete contra el espectador que esperaba cualquier cierre menos aquel de tapar al padrino con una frazada en la helada cumbre andina.

La experiencia en el campamento no es solo sentir la revuelta, la protesta, la marcha con dinamitazos.