Viajó luego por Francia e Italia y, en 1923, abrió su estudio en Copenhague.
En 1927 viajó también por Alemania, donde visitó la exposición del Weißenhofsiedlung de Stuttgart, circunstancia que le acercó a la arquitectura racionalista.
[2] Adscrito al funcionalismo, al que consideraba una necesidad biológica, su estilo desde entonces se integró plenamente en el Movimiento moderno, con interés por los avances tecnológicos y la calidad de la construcción y los materiales.
Fue miembro también del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna o CIAM (1947-1953).
[2] En 1941 le fue concedida la Medalla Eckersberg que otorga la Real Academia de Bellas Artes de Dinamarca y, en 1954 esta misma institución le otorgó la Medalla C. F. Hansen.