Raoul Albert La Roche fue una persona bastante reconocida en el mundo del arte que se desarrollaba en Europa en el siglo XX.
En 1923, la casa La Roche introduce el tema del “paseo arquitectónico” (promenade architecturale) que encontrará su desenlace formal en la construcción de la Villa Savoye en 1928.
Las casas La Roche y Jeanneret son representativas de las ideas desarrolladas por Le Corbusier en los años 20.
Estableciendo una ruptura con las condiciones académicas esteticistas reinantes se inscriben plenamente en el Movimiento Moderno.
Estas dos casas contribuyeron a establecer el renombre del arquitecto, al final de estos proyectos recibe sus primeros grandes encargos.
C. Contraste el potencial del contraste se pone en manifiesto al colocar un volumen mayor a ras de suelo ( con una altura necesaria para acoger el programa), mientras que el menor se levanta para crear una especie de pabellón que permite la prolongación del eje vial; Este pabellón responde a la presencia del eje principal exterior a través de la fachada curva, como también lo logra el pilar cilíndrico que marca dicho eje en la planta baja.
El volumen longitudinal también presenta un retranqueo generador de una terraza en cubierta orientada al suroeste.
Este dispositivo arquitectónico ofrece al visitante la posibilidad de circular libremente bajo el edificio.
El espacio desocupado permite la creación de un jardín; ya que construyendo sobre los pilotes se recupera la totalidad del terreno cubierto por la edificación.
Las ventanas horizontales reemplazan a aquellas verticales que se venían utilizando hasta ahora.
A partir de ahora, la utilización del hormigón armado libera la planta, los pisos ya no se superponen mediante las divisiones.
De manera instantánea, su vista es atraída por el voladizo del pequeño balcón, como si estuviera suspendido en el vacío, y gracias a los tres niveles ahora desvelados, busca entonces con la mirada una escalera que le permita acceder a las partes superiores.
Este elemento arquitectónico canaliza al visitante y organiza los diferentes puntos de vista que se le ofrecen a su mirada.
Le Corbusier sita “ascendemos progresivamente por una rampa, una sensación completamente diferente de aquélla que aporta una escalera formada por peldaños.
La luz de la galería varía según la hora del día gracias a dos grandes ventanales horizontales que dominan las fachadas.
A la inversa de la monocromo del vestíbulo, grandes superficies de colores (ocre oscuro, azul claro, gris claro y ocre vivo) identifican los diferentes elementos y estructuran los volúmenes.
En un incidente producido en la galería, dos radiadores se rompen por el efecto del frío, Raoul La Roche emprende una importante campaña de restauración.
Finalmente, en 1936, se disponen paneles de “isorel” en los muros y en el techo para reforzar la aislación térmica.
Por último una estantería en hormigón destinada a albergar los libros de arte constituye la barandilla.
Por primera vez en la casa La Roche, Le Corbusier experimenta de manera sistemática con la utilización del color.
El color viene a teatralizar elementos u objetos tales como la chimenea o la rampa interior, revelando nuevas relaciones.
La policromía aplicada ofrece una nueva percepción del espacio y da ritmo a al Paseo Arquitectónico.
Algunos muebles vienen a completar estos espacios funcionales: silla Thonet, sillones Maple, mesas La Roche diseñadas por Le Corbusier, alfombras bereberes, mobiliario de jardín.
El interés que Le Corbusier aporta al amoblado de la vivienda será una constante en sus investigaciones posteriores.