Villa San Martino

Antiguo monasterio benedictino, a mediados del siglo XVIII fue adquirido con sus tierras por los condes Giulini, que lo renovaron con formas neoclásicas.

El edificio fue dispuesto, o quizás mantenido, por el conde Giorgio Giulini en la típica estructura en forma de U abierta hacia el pueblo.

La arquitectura ofrece una imponente disposición escenográfica, capaz de reunir el edificio, el parque centenario y el verdor agrícola circundante.

El conde Alessandro Casati (1881-1955), que vivió allí hasta su muerte, amplió la biblioteca y recibió a su amigo Benedetto Croce en varias ocasiones.

[7]​ La heredera no pudo monetizar estas acciones, salvo mediante un acuerdo con Previti y el propio Berlusconi, que las recompró por 250 millones.