El municipio cuenta con una población de 2936 habitantes (INE 2024).
El principal impulsor económico de la localidad ha sido tradicionalmente la agricultura, tanto por los monocultivos industriales de cítricos y plantaciones de fresas, como por la silvicultura, si bien también cabe destacar las industrias cárnicas y las pyme que constituyen el verdadero motor a día de hoy,[cita requerida].
En el pasado, los castillejeros explotaban fábricas tan diversas como de harina, botones, sombreros, y una gran cantidad de fraguas las cuales realizaban hoces que exportaban a todo el territorio nacional.
[cita requerida] Cuenta con una población de 2936 habitantes (INE 2024).
[3] Entre los principales monumentos de la localidad destacan: Por su situación en el Andévalo, cabe destacar los productos derivados del cerdo ibérico, con una feria agroganadera que se celebra a principios de diciembre[cita requerida] en la cual el cerdo es el actor principal, y la repostería local, con recetas que se han mantenido invariables durante siglos, con dulces como el pionono, los tacones, las milhojas de merengue y crema pastelera o dulce de sidra, los piñonates, los aplastaíllos, los coscaranes, y dentro de las panificadoras, encontramos el pan serrano; las populares vienas de pico; el mollete; el bartolillo; y las bolachas, galletas de gran tamaño.