Participó activamente en las campañas presidenciales de Salvador Allende en 1958, 1964 y 1970, donde fue presidenta del Comando Femenino en la zona norte.
En ese contexto, fue entrevistada por el periódico El Siglo, donde señaló que “las puertas de la Gobernación estarán abiertas a todo el pueblo tocopillano”.
Además, tuvo una especial preocupación por la infancia, las madres y niños abandonados.
Por otra parte, se preocupó por la implementación de la Reforma Agraria en el valle de Quillagua, entre otros, para beneficiar a los pequeños campesinos que no contaban con modernos medios para lograr una buena producción agrícola.
Sin embargo, vio interrumpida su labor legislativa por el golpe militar y la consiguiente disolución del Congreso Nacional; D.L.