[7] Asimismo, el temor a sufrir violencia de género aisladora puede provocar que la víctima no quiera compartir sus vivencias con su red de ayuda, para así evitar que sufran dichas represalias.
[8] Algunas mujeres incluso llegan a cortar intencionalmente las conexiones con su red informal para que el agresor no pueda encontrarlos.
La legislación lo define de la siguiente manera: Consiste en la violencia física o psicológica, las represalias, las humillaciones y la persecución ejercidas contra las personas que apoyan a las víctimas de violencia machista.
[11]Así, en la normativa catalana se aborda una nueva categoría de acoso que surge legalmente cuando la persona sufre algún tipo de daño debido a ayudar y proteger a los que sufren acoso sexual.
[13] Por lo tanto, la ley catalana constituye la primera vez que se legisla el acoso sexual de segundo orden.