El virado, también conocido como virage o viraje, es un procedimiento fotográfico que pretende preservar la imagen fotográfica a lo largo del tiempo o bien obtener un efecto estético determinado.
El más común ha sido al color sepia, muy empleado en los primeros tiempos de la fotografía.
[1] El proceso del viraje fotográfico sustituye la plata existente en la emulsión fotográfica por otro metal o sustancia química originando en unos casos una intensificación de la imagen y en otros un cambio de tonalidad.
Aunque el color más conocido es el sepia se utilizaron otros muchos como el azul o el oro.
El proceso común en todos ellos es alterar o sustituir los haluros de plata que contiene el papel fotográfico.