[1] En 1675 la región fue invadida por los turcos, por lo que la población se refugió en el monasterio y pidiendo la intercesión de la virgen.
[2] Posteriormente la devoción amplió sus límites extendiéndose a todo Ucrania, los Balcanes, Bielorrusia y Rusia.
Está pintado a la antigua manera bizantina tardía, del tipo iconográfico de Eleusa por lo que habría podido elaborarse en Bizancio o Bulgaria.
Anna había recibido la imagen sagrada del neófito metropolitano griego, mismo que podía ser visto en el Laura de Pochaiv.
[2] En 1773, el Papa Clemente XIV, atendiendo a la petición del conde Nicolás Potocki,[3] envió dos pequeñas coronas de oro para el icono: una para la Santísima Virgen y otra para Jesús.