La del Prado fue realizada en torno a 1225 o 1235 en el famoso taller de esmaltes de Limoges, en Francia,[1] y fue adquirida por el gobierno español en 1997 en una subasta de la casa Sotheby's en Nueva York; su precio lo asumió la constructora Acciona como dación en pago.
[2] La leyenda asocia esta virgen al conde medieval Fernán González, que la llevaba en el arnés de su caballo en las batallas para asegurarse la protección[1]; pero ello no encaja por cronología, pues la estatuilla es posterior al conde en tres siglos.
Actualmente se encuentra depositada en el Museo de Burgos.
Esta perteneció a Fernando III el Santo, y la leyenda dice que le protegía en las batallas que libró contra los moros,[4] pasó a su hijo Alfonso X y este la donó a la Catedral hispalense, exponiéndose hoy en la Sacristía Mayor.
Se le ha llamado también Virgen del Arzón, porque según la leyenda el monarca la llevaba en el arzón de la silla montar en sus batallas.