El escultor así pues continuó perfeccionando su obra, cambiando la misma en base a la nueva colocación.
Solucionado el inconveniente, Bernini pudo dar los últimos retoques a la obra, que finalizó en 1668.
Se emplearon diez días para transportar la estatua del estudio de Bernini a la Escalera Regia y fue necesario también el empleo de guardias que vigilaran la obra por la noche.
Fueron además utilizadas considerables cantidades de paja, cabrestantes, planchas y vigas para arrastrarla.
Antes de la batalla contra el autoproclamado emperador Majencio, Costantino rezaba con sus soldados.