Visión premonitoria de fray Pedro de Salamanca

En 1638, Zurbarán pintó —para el Monasterio de Guadalupe— la Misa del padre Cabañuelas, demostrando su destreza y su capacidad para representar temas inéditos.

[1]​Al año siguiente se le encargaron a Zurbarán otros siete lienzos para dicha institución, siendo la presente obra uno de ellos.

[4]​ Después de su ingreso, fray Pedro continuó ejerciendo su oficio en la tejeduría del monasterio.

Los dos monjes ocupan un cuarto de la superficie del lienzo, en la parte derecha, en un triángulo delimitado por diagonales.

La negrura nocturna se ilumina con llamaradas rojizas muy conseguidas, que aclaran la fachada del monasterio.