Fue la primera vez que unos monarcas españoles visitaban Almería desde la toma de la ciudad por los Reyes Católicos.
La comitiva estaba compuesta por más de ochenta miembros: ministros, militares, mayordomos, confesores, médicos, cronistas, fotógrafos, cocineros y el secretario Miguel Tenorio.
Tras llegar al Puerto, el séquito se dirigió a la Catedral en una carreta tirada por seis caballos.
Se habla de casi 80.000 personas que acudieron desde toda la provincia para agasajar a la reina.
Sin embargo, esta ilusión inicial acabó pronto, debido a que no se realizaron ni prometieron ninguna mejoras, aparte de repartir unos pocos reales en limosnas.