Creó una caja de madera, barata y segura, para que los fazendeiros pudieran capturar cobras; firmando convenios con los FF.CC., para transportarlas, pues eran esenciales en la fabricación del suero.
Recibió del gobierno de Rodrigues Alves la Hacienda Butantan, a las márgenes del río Pinheiros, en São Paulo, donde posteriormente fundaría e instalaría el Instituto Butantan.
En 1903, tras intensa investigación logró enunciar científicamente el suero antiofídico, desarrollado a partir del Piroplasma vitalli, parásito en la sangre de los perros.
Después de ese evento, otros sueros fueron producidos en el Instituto Butantan.
También se produjeron vacunas contra tifo, viruela, tétanos, psitacosis, disentería bacilar y BCG.
Las picaduras de arañas venenosas, escorpiones y escolopendras dieron origen a nuevos sueros.
La creación de tales sueros específicos y el antiofídico polivalente la ofreció a la medicina, por primera vez, un producto realmente eficaz en el tratamiento del accidente ofídico que, sin sustituto, permanece salvando centenares de vidas en los últimos cien años.
A partir de ese comienzo precario y difícil, el Instituto creció rápidamente.
El Instituto continúa siendo un centro de referencia y excelencia, en diversas áreas científicas (www.butantan.gov.br).
Algunos de sus hijos fueron figuras célebres, Vital Brazil Hijo como médico y científico y el arquitecto e ingeniero Álvaro Vital Brazil.