Comenzó su carrera artística como colaborador de su hermano, junto al que se trasladó a Zara en 1465.
Parece que vivió y trabajó en esta población holgadamente hasta su muerte.
Su arte es claramente derivativo del más original y dotado de su hermano Carlo.
Sus figuras recuerdan grandemente a los tipos creados por este último, aunque carentes del vigor y la expresividad que el mayor de los Crivelli sí supo conferirles.
Su hijo Giacomo Crivelli el Joven fue también pintor, aunque de menor entidad.