Vladimir Bartol

Nació en la población de San Giovanni (Sveti Ivan en esloveno), hoy en día un barrio de la ciudad Trieste, que en aquella época formaba parte del Imperio austrohúngaro.

La madre introdujo al joven Vladimir en la pintura y el padre en la biología.

En sus novelas autobiográficas se describe a sí mismo como un niño muy sensible aunque un poco extraño, con un fantasía muy desarrollada e interesado en una gran variedad de materias: la biología, la filosofía, la psicología, el arte y, naturalmente, la literatura.

Durante la Segunda Guerra Mundial luchó junto los partisanos eslovenos.

Al finalizar la contienda volvió a Trieste, su ciudad natal, donde vivió un decenio, entre 1946 y 1956.