La sangre humana normal está constituida básicamente por una porción líquida llamada plasma (que representa el 55 % del total) y otra porción celular constituida por glóbulos rojos (que forman el 45 %) y en menor medida por plaquetas (que representan el 1 %) y glóbulos blancos (0,5 %).
Estos porcentajes pueden variar de una persona a otra según la edad, el género y otros factores.
La volemia ha de estimarse mediante la fórmula: 70 mL × peso del paciente en kilogramos.
La volemia está regulada, entre otros factores, por la secreción de las glándulas suprarrenales:[2] los mineralocorticoides, de los cuales la hormona más importante es la aldosterona, cuya función es regular la cantidad de sodio (Na+) en sangre, reteniéndolo en los túbulos renales e impidiendo así que se elimine con la orina.
Este es el motivo por el cual la sal común (cloruro de sodio) influye en la tensión arterial y su exceso es perjudicial para la salud.