El protagonista es un joven acomodado que en el curso de sus viajes se interna en una profunda mina, accediendo a un mundo subterráneo habitado por los Vril-ya, seres superiores al Homo sapiens, descendientes de una civilización antediluviana que viven en una inmensa red de cavernas.
[1] Dotados de cuerpos perfectos y superiores que los humanos, vegetarianos pacíficos y místicos, estas criaturas utilizan una energía no muy bien descrita pero enormemente poderosa llamada “vril”, algo a mitad de camino entre la electricidad y la fuerza espiritual.
Los Vril-ya han dado forma a una sociedad en la que no existe la pobreza, las rivalidades ni los comportamientos extremos.
Los Vril-ya utilizan autómatas para todas las labores domésticas y vuelan con ayuda de alas artificiales.
El viajero descubre una terrible amenaza para los hombres: los Vril-ya creen firmemente en la supervivencia de los más aptos, si en el futuro esta raza sale de las profundidades y se encuentra con el Homo sapiens de la superficie no dudará en eliminar esa raza y su civilización.