La aeronave involucrada era un McDonnell Douglas DC-10, matrícula F-GTDI, arrendado por Cubana de Aviación a AOM French Airlines.
Tenía poco menos de 27 años y había volado 85.760 horas en el momento del accidente.
El primer oficial era Cecelio Hernández, de 41 años, que había sido primer oficial del DC-10 desde 1993 y anteriormente había sido capitán del avión Yakovlev Yak-42.
La aeronave despegó del Aeropuerto Internacional José Martí de Cuba con 296 pasajeros y 18 tripulantes a bordo.
La razón de esta discrepancia no fue determinada por la investigación del accidente.