Los aparatos de aire acondicionado, localizados junto al tanque de combustible central del 737 habían estado funcionando en tierra antes del retroceso (aproximadamente 30 a 45 minutos).
Poco después del retroceso una potente explosión empujó el suelo de la cabina violentamente hacia arriba.
[2] Se creía que los gases prendieron por culpa de cableado dañado, ya que no se encontraron bombas, dispositivos incendiarios o detonadores en la escena.
[4] Hubo ocho fallecidos entre los 120 pasajeros y tripulantes que había a bordo en el momento de la deflagración en el Aeropuerto Internacional Ninoy Aquino.
No se registraron heridos ni muertos tras la explosión en tierra.