"[1] Mientras se detenía para reabastecerse de combustible en la McCoy Air Force Base, Orlando, el FBI le disparó a dos de los cuatro neumáticos del tren de aterrizaje principal del avión, haciendo que los secuestradores le dispararan e hirieran al copiloto y forzaran al piloto Willian Hass a despegar.
Los secuestradores fueron sacados del avión a punta de pistola por las autoridades cubanas y capturados después que intentaran escapar.
[1][2] Cuba retornó el avión, tripulación, pasajeros y el dinero del rescate a Estados Unidos.
[1] Después de cumplir sus sentencias en Cuba los secuestradores fueron retornados a Estados Unidos para enfrentar otros cargos.
El incidente llevó a un breve tratado entre Estados Unidos y Cuba para extraditar secuestradores, que no fue renovado.