Las contribuciones de Unruh han cambiado la forma de entender la gravedad,[1] los agujeros negros,[2] la cosmología[3] y los campos cuánticos en espacios curvos, incluyendo el descubrimiento del, ahora conocido como, efecto Unruh.
Ha ayudado a esclarecer el significado de la no-localidad en el marco cuántico, en particular afirma que el carácter no local de la mecánica cuántica no aparece del teorema de Bell y que en última instancia la mecánica cuántica es una teoría local.
[3] Dicho de otra forma, el observador acelerado detectará una radiación de fondo térmica cuya temperatura es proporcional a la aceleración.
Este efecto, por tanto, significa que la propia idea del vacío cuántico depende de la trayectoria del observador a través de espacio-tiempo.
El efecto Unruh puede ser expresado mediante una simple ecuación que da la energía kT de la partícula uniformemente acelerada (siendo a la constante de aceleración), como: