En 1960, hizo sus primeros votos en la Congregación del Corazón Inmaculado de María (Scheutistas).
Por consiguiente, adoptó una línea pastoral cercana la teología de la liberación, defendiendo el compromiso ético social de los cristianos.
[2] Aunque el P. Voordeckers no militó en organizaciones sociales, defendía el derecho de sus feligreses a participar en grupos como el Comité de Unidad Campesina, para reclamar la mejora de condiciones laborales; además, en 1976, fue señalado por donar alimentos a los trabajadores en huelga de un ingenio azucarero.
En el ambiente militarizado de Guatemala, estos gestos eran calificados como subversivos, por ello, empezó a recibir amenazas de muerte de parte del grupo paramilitar Ejército Secreto Anticomunista.
En 1999, la Comisión de Esclarecimiento Histórico determinó que el P. Voordeckers: "fue víctima de agentes del Estado o de sujetos que contaron con su aquiescencia o tolerancia o, en todo caso, con su posterior protección y encubrimiento[4]".