Sirvió a Isabel II a través de los mandatos de cuatro primeros ministros: Edward Heath, Harold Wilson,[nota 1] James Callaghan y Margaret Thatcher.
[1] El personal de Downing Street respondía al correo que le enviaban «queriendo saber cómo estaba, [deseándole] suerte».
[3] Thatcher eligió las sardinas, según The Daily Telegraph, porque «no había nada más que comprar».
[5] Harold Wilson, que había sido «extremadamente aficionado» a Wilberforce,[1] expresó su pesar; según los informes, la esposa de James Callaghan, Audrey, estaba «conmocionada».
[15] En varios artículos periodísticos y obituarios que cubrían su muerte, Wilberforce fue descrito como el «mejor ratonero de Gran Bretaña».