Al finalizar la guerra, fue encarcelado brevemente y despojado de la protección artística que le otorgaba el estado.
La Eidvollsøylen fue vista como una obra que seguía los patrones estéticos del nazismo, aun cuando había ganado un concurso previo; la obra, bastante avanzada, fue condenada y el proyecto cancelado por el gobierno.
Se ordenó el traslado de la obra a Bøverdalen, en Lom, junto al hotel Elveseter, donde permanece en la actualidad.
En la cima se halla la figura del rey Harald Cabellera Hermosa.
Después de la Segunda Guerra Mundial, tuvo escasas participaciones artísticas.