Radicado desde 1938 en Argentina, al llegar en el año 1938 trabajó en el diario La Nación como crítico literario y traductor.
Tradujo al español a los poetas John Donne y Stephen Spender.
La poesía de Shand es simple y directa, dando fácil acceso a aquello sobre lo que escribe; se nos presenta llena de vida sin que se note un esfuerzo especial en tal dirección.
Si bien en su obra hay pocas referencias a un lugar concreto, una lectura completa indica claramente que Shand estaba describiendo su propia vida como extranjero en Buenos Aires.
[2] Caracterizado como "un cuidadoso observador de la sociedad argentina contemporánea", Shand frecuentemente abordó tópicos altamente controvertidos y delicados".