Bajo la sospecha de que pudiera haber sido él mismo el autor del disparo, en un intento desesperado por eludir su deber como soldado, Borchert fue arrestado y condenado a pasar tres meses de aislamiento.
Fue entonces cuando su hígado empezó a dar muestras de estar gravemente dañado.
Sin embargo esta vez no entró en la cárcel, pues su castigo fue suspendido bajo comprobación bélica.
[1] Cuando salió de la cárcel volvieron a enviarlo al ejército, esta vez para servir en el frente occidental.
Recorrió enfermo y a pie los 600 kilómetros que lo separaban de Hamburgo.
Después de la guerra, Borchert intentó hacer carrera en teatros y cabarés.
A Borchert solo le quedaban dos años, que pasaría postrado en cama.
[...] Wir sind eine Generation ohne Abschied, aber wir wissen, daß alle Ankunft uns gehört.” En diciembre del mismo año se publicó una recopilación de poemas escritos entre 1940 y 1945 bajo el nombre de Laterne, Nacht und Sterne.
A finales del otoño de 1946, terriblemente enfermo, Borchert escribió el drama expresionista Draußen vor der Tür en apenas seis días.
En septiembre, Borchert se trasladó a un sanatorio en la ciudad suiza de Basilea para intentar curarse.
Borchert no detuvo su febril producción literaria hasta el momento de su muerte, prueba de ello son algunos poemas y relatos sueltos publicados tras su muerte, entre los que se incluyen el manifiesto antibelicista Dann gibt es nur eins!, poemas como Liebeslied o Die Nacht y relatos como Das Brot o las Lesebuchgeschichten, breves pero intensas, para muestra un botón: Es waren mal zwei Menschen.
Als sich nach hunderten Jahren ein Regenwurm durch ihre beiden Gräber fraß, merkte er gar nicht, daß hier zwei verschiedene Menschen begraben waren.
La mayor parte de su obra fue publicada de forma póstuma (Am diesem Dienstag, Draußen vor der Tür y los poemas y relatos escritos durante su estancia en Suiza).
Su legado ejerció una influencia muy importante para el llamado Gruppe 47, pero no sólo eso.