En medio de estas figuras, se encuentra una barra fusiforme de color verde, esta representa la esperanza del triunfo y la nobleza del deporte, que sirve para hermanar a los pueblos, en este caso a los países que compiten con un solo objetivo: triunfar.
Estas tres mascotas representan la fauna salvadoreña, y son símbolos ecológicos para la conservación de las especies.
Durante la ceremonia, el presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Felipe Muñoz, explicó que "Así como en Atenas se inicia el fuego de los Juegos Olímpicos, en México se enciende el de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, por ser el país que le dio origen a la justa regional".
Luego le cedió la flama a Jorge "El Mágico" González, para que iniciara un recorrido alrededor del Estadio.
Posteriormente, el 19 de noviembre el Fuego partió a la zona occidental, empezando en Sonsonate, luego en Ahuachapán y las Ruinas del Tazumal en Santa Ana.
En la XIX edición de los Juegos Centro Americanos y del Caribe se disputaron 38 disciplinas deportivas.