[1] En el mundo se usaba la triple–terapia que consistía en el uso de tres drogas, tomadas una vez todos los días y esta estaba considerada la más eficaz (en la actualidad se emplean sólo dos drogas, una vez todos los días).
Se instó a todo el mundo a comprometerse con el plan 90–90–90 creado poco tiempo antes, que consiste en el objetivo de que hasta 2020 el 90 % de los seropositivos tiene que conocer su condición, el 90 % de estos recibir tratamiento y el 90 % de estos haber conseguido volver indetectable el virus en su sangre (estar negativizado).
El avance símbolo de esta conferencia es sin duda la investigación danesa presentada por investigadores de la Universidad de Aarhus, que creó el método kick-and-kill: los daneses trataron a seis pacientes que tomaban antirretrovirales con Romidepsin, un fármaco antineoplásico, logrando reactivar los virus que hibernan ocultos y haciéndolos localizables para su exterminio, solo resta encontrar la manera de exterminar a las células refugio.
[2] Finalmente se cerró la conferencia con las palabras del presidente de The Global Fund, la ex–presidente de la IAS y el presidente actual, Mark R. Dybul, Françoise Barré-Sinoussi y Chris Beyrer respectivamente, con reflexiones sobre la por entonces actual discriminación hacia las personas con VIH, las leyes contra los homosexuales y como estas constituyen el principal obstáculo contra el sida en algunos lugares del planeta.
Tales comentarios fueron documentados en la Declaración y firmados por más de 3800 líderes contra la enfermedad en el Mundo.