La formación más votada fue la FSA, liderada por Javier Fernández, pero se quedó a 9 escaños de la mayoría absoluta.
Otras 6 formaciones obtuvieron representación en la Junta General, siendo el PP la segunda fuerza más votada, con 11 escaños.
En caso contrario, se realizaría una nueva votación, transcurridas 48 horas, con únicamente los dos candidatos más votados.
En todos los casos, los diputados votan públicamente y por llamamiento, contestando con el nombre de un candidato o con la expresión «me abstengo».
Si pasados dos meses desde la constitución de la Junta General, no ha sido elegido ningún candidato, ésta quedará disuelta procediéndose a convocar nuevas elecciones.
Poco después de conocerse el resultado de la segunda votación, Emilio León (Podemos) aceptó retomar las negociaciones con el PSOE al mismo tiempo que reprochaba a IU no haberles apoyado en la primera votación, permitiendo que el PP pasará a segunda ronda.
[21] La otra candidata, Mercedes Fernández, comenzó a negociar con Ciudadanos, para tratar de sumar más votos que el PSOE.
Por norma general, los senadores designados se corresponden a una distribución proporcional teniendo en cuenta el número de escaños de cada grupo parlamentario, sin embargo, los pactos entre partidos pueden implicar que los senadores correspondan a grupos parlamentarios más minoritarios.
Sin embargo, los grupos pueden proponer a cualquier candidato, sin que necesariamente este forme parte del mismo.