Durante los años 1990 jugó en Primera División con el R. C. D. Espanyol, el Real Sporting de Gijón, el F. C. Barcelona y el Albacete Balompié.
En total, esa temporada jugó dieciséis partidos y anotó tres goles, que no evitaron el descenso del Espanyol a Segunda División.
La siguiente temporada firmó unos números similares: tres goles en diecinueve partidos que, esta vez, sirvieron para recuperar la categoría.
[10] En el club rojiblanco no logró afianzarse en la titularidad y jugó veintitrés partidos de liga, aunque sólo seis completos.
[16] En su primer año en el cuadro manchego tampoco le acompañó la suerte, ya que el equipo terminó descendiendo a Segunda.
Ello provocó su salida de Albacete para incorporarse al Real Murcia C. F., que por entonces competía en la Segunda División B.