En ese entonces, se invitó tejedores del Castillo Ueda, lo que permitió mejorar la calidad de la técnica utilizada para fabricación del tejido; además este tejido de seda fue utilizado para ofrecer regalos al Shōgun.
La fabricación de este tejido era un trabajo secundario para los granjeros en el período Edo.
La técnica yūki-tsumugi se utiliza para fabricar la seda pongé (suave), también llamada seda cruda, un textil ligero y cálido, dotado de una flexibilidad y suavidad especiales, que se utiliza tradicionalmente para la confección de kimonos.
Este procedimiento de reciclaje tiene una gran importancia, ya que supone un incremento de ingresos para las comunidades locales que practican la sericicultura.
Puede tomar hasta dos semanas para construir la tela lisa suficiente para una ropa de adulto y hasta cuarenta y cinco días para una tela estampada.