Iniciada en un Bronce Argárico Tardío (1450-1300 a. C.), momento en el que se ocupa tanto la cima como los pies, tendrá una continuación sin ningún hiatur hasta el siglo III, momento en el unido a la crisis del imperio romano la población se dispersa de los grandes núcleos, de estos últimos momentos se conoce su utilización esporádica como lugar funerario.
De época posterior, visigoda y medieval, datan algunas actuaciones puntuales sobre el asentamiento.
Más recientemente en el año 2005, el Dr. Julio M. Román, dirigido entre otros por el Dr. Rus, realizó su tesis íntegramente sobre el yacimiento del Cerro de La Mora.
Los restos arqueológicos del Cerro de la Mora examinados por el Dr. Román, demuestran que los habitantes de este enclave mantuvieron unas intensas relaciones comerciales y culturales con la Andalucía occidental (Turdetania), en mayor grado que con la oriental (Bastetania), probablemente como reflejo de su propia identidad cultural, más turdetana que bastetana.
Su trabajo –que ha permitido estudiar importantes producciones cerámicas- ha evidenciado, además, que los habitantes del Cerro de la Mora se mostraron reticentes a las costumbres que llegaban desde Roma, manteniéndose fieles a sus propias tradiciones y modelos de vida.