Presenta fundamentalmente dos asentamientos: el primero de ellos, de época romana, corresponde a una villa que cuenta con un importante complejo productivo rural, centrado en la producción agrícola y metalúrgica.
Las estructuras están formadas por grandes sillares procedentes probablemente de las canteras próximas.
También se han registrado diferentes pavimentos que indican diversos niveles de ocupación.
Igualmente, la necrópolis musulmana fue objeto de las excavaciones arqueológicas, hallándose 70 enterramientos depositados en posición de decúbito lateral derecho, y con los brazos y las piernas ligeramente flexionados.
La zona arqueológica declarada en torno al yacimiento incluye, además de la torre, un cortijo que le da también nombre al área, denominándose Cortijo de la Torre.