El término «al-Siqlabi» hacía referencia a su condición como saqaliba, antiguo esclavo que se había convertido en liberto.
En ambos eventos se encontraba Yafar al-Siqlabi y, una vez al-Hakam adquirió el trono califal el 15 de octubre, justo ese mismo día, nombró a Yafar al-Siqlabi como hayib.
Este le correspondió regalando al recién coronado califa cien esclavos militares francos que había comprado él mismo; a partir de entonces van a ser conocidos como los «yafaríes» y tendrán una presencia destacada en los desfiles militares.
Esta insistencia es algo casi extravagante y es un halago al eunuco, a pesar de que había fallecido hacía poco, en el año 971, tal y como afirma la inscripción «Dios se apiade de él».
[1] Una vez Yafar al-Siqlabi adquirió el cargo de hayib, se realizaron una serie de remodelaciones en Medina Azahara para que pudiera albergar su vivienda cerca del califa al-Hakam II.