Por tanto, sus familiares estaban preocupados, justificadamente, por su salud y su seguridad mientras Yang languidecía en la cárcel.
Dos días después, otra carta con firmas de 78 docentes fue enviada desde Harvard University John F. Kennedy School of Government y Medical School a la Embajada de China.
67 legisladores emitieron una advertencia en una carta enviada a Hu Jintao, la cual remarcaba que se trataba del segundo año de detención de Yang Jianli.
Por su parte, el legislador Christopher Cox, citando al vicepresidente Dick Cheeney, indicó que la embajada de EE. UU.
en Pekín había hablado directamente con el gobierno chino sobre el caso de Yang.
(incluyendo una Jon Kyl, Barbara Mikulski, Hillary Rodham Clinton, John McCain, Ted Kennedy, y Bob Dole) envió una carta al presidente chino, Hu Jintao, instando la urgente liberación de Yang.
Sin embargo, Yang insistió en que regresaría a su ciudad natal para barrer la tumba de su padre.