Hay que recordar que Castilla-La Mancha tiene tres unidades geológicas bien definidas: Dentro de estas unidades estructurales, Yepes, pertenece por su situación y características a la unidad neógena y, en una pequeña franja al sur —que es la zona del arroyo Melgar— destacan los sedimentos cuaternarios con suelos típicamente indiferenciados.
Es la típica del clima mesomediterráneo, con sus características de escasez e irregularidad en las precipitaciones, que dan lugar a pequeños arroyos de poca relevancia que vierten sus aguas a la cuenca del Tajo.
Los arroyos Melgar y Veguilla actualmente solo llevan agua cuando hay abundantes precipitaciones.
En la vegetación potencial, correspondiente al piso mesomediterráneo, dominan formaciones esclerófilas boscosas, bosques caducifolios, y los sabinares típicos de los páramos.
Catalogada como conjunto histórico-artístico,[cita requerida] la villa de Yepes tiene la primera presencia humana documentada en un poblado celtibérico fundado hacia el 600 a. C. La antigua Hippo o Hippona de los carpetanos, en época romana, donde los celtíberos derrotaron a las tropas de los romanos Quintio y Calpurnio,[cita requerida] toma su nombre actual bajo la dominación musulmana de la península, cuando los cristianos que vivían bajo territorio musulmán la llamaron Hepes, que daría Hiepes, Iepes, Yepes.
Yepes fue siempre, por privilegio real, gobernada por el Estado Llano, y en su concejo los hidalgos no tuvieron parte, constituyendo esto una excepción.
Con licencia del papa Gregorio XIII, el rey Felipe II vende en 1576 la villa de Yepes a su ayuntamiento.
Su pujanza socioeconómica durante los siglos XVI y XVII hará que reciba el apelativo de Toledillo.
Llegado el hecho a oídos del rey de Aragón Martín I el Humano pidió que le fuese entregado este Santo Misterio para venerarlo en la capilla del Palacio de la Aljafería y librarlo del peligro que corría por las continuas guerras entre Aragón y Castilla.
A mediados del siglo XIX, el lugar contaba con una población censada de 2870 habitantes.
A unos 11 km de Yepes transcurren la autovía A-4, la autopista R-4 y la carretera nacional N-400.
Está previsto que la autovía A-40 (Ávila-Toledo-Cuenca-Teruel) pase por los aledaños del municipio cuando continúe su construcción.
En el sector terciario se cuenta con comercios que realizan distintas actividades y servicios.
Su planta rectangular actual resulta de la reforma del Palacio Arzobispal en el siglo XVIII.
Está decorada con pilastras dóricas, elementos renacentistas y el escudo del cardenal Tavera.
Destaca, además, la capilla del siglo XVIII, barroca, dedicada al Santísimo Cristo de la Vera Cruz.
Se conservan restos de los dos recintos amurallados que tuvo la villa en época medieval.
Edificio situado en la Plaza Mayor, fue el antiguo palacio del arzobispo toledano Alfonso Carrillo de Acuña.
Presenta una iglesia que contiene lienzos y tesoros de gran valor artístico (único conservado íntegro).
Fundado por Martín Díaz y su mujer Catalina García, en el cual sus hijas hicieron vida retirada, tras la aprobación del Cardenal Fonseca, el cual delegó en Simón Rodríguez que visitara las casas para comprobar que reunían las condiciones de monasterio de clausura.
Ambos conservan parte de su emplazamiento y estructura pero han pasado a ser propiedad privada tras las desamortizaciones del siglo XIX.
Se conservan dos ermitas: Del siglo XVII, con esbelta espadaña que mira a la antigua calle Real, tiene planta rectangular y dos alturas, la primera de sillares y la segunda de mampostería.
Dichas estancias hoy son casas solariegas de propiedad privada, del siglo XIX.
En él residía la orden tercera, que tenía sagrario y cuatro capellanes.
Conocido popularmente como picota es del siglo XV, de estilo gótico y está adornado con perlas isabelinas.
Su emplazamiento actual no es el original debido a apropiaciones de terrenos.