Yevguenia Prójorova

Las voluntarias asignadas al regimiento esperaban que fuera Yevguenia Prójorova, quien en general era muy querida por sus colegas, la que finalmente se convirtiera en comandante del regimiento: pero Prójorova no era miembro del Partido Comunista y tenía poca experiencia militar previa, razón por la que Kazarinova fue finalmente la elegida.

[9]​ Después de varias semanas de inactividad en tan deprimente lugar, las integrantes del regimiento recibieron por fin la orden de ponerse en marcha, aunque en este caso su destino no sería Moscú sino Sarátov, a pesar de que la ciudad contaba con importante instalaciones militares e industriales lo cierto es que se encontraba lejos del frente y hasta entonces no había sufrido ningún bombardero por parte de la aviación alemana.

Allí permanecieron estacionadas en el aeropuerto de Anísovka, durante este periodo surgió una gran antipatía hacia la comandante del regimiento Tamara Kazárinova, de ella se quejaban, principalmente, que no se ponía a los mandos de su avión y que las trataba con gran severidad.

Sus nuevas órdenes establecían que debían combatir a los aviones de reconocimiento enemigos.

Sin embargo, muchas pilotos consideraban que había sido su comandante Kazárinova la que había solicitado el traslado al general Alexander Osipenko, para deshacerse de algunas de las pilotos más críticas con ella.

Aleksandr Grídnev, quien algunos meses más tarde la sustituiría al mando del regimiento, escribió en sus memorias que Kazárinova se lo había pedido a Osipenko, con quien tenía una relación de amistad.

En la batalla aérea que tuvo lugar Jomiakova derribó un Ju-88 con lo que se convirtió en la primera mujer en derribar un aparato alemán, por su acción fue condecorada con la Orden de la Bandera Roja y premiada económicamente.

un Yakovlev Yak-1 similar al que pilotó Yevguenia Prójorova durante la guerra