El yumi es excepcionalmente alto (rondando los más de dos metros), sobrepasando la altura del arquero (kyudoka).
Hechos tradicionalmente de bambú, madera y cuero, usando técnicas que no se han cambiado durante siglos, aunque algunos arqueros (normalmente principiantes) pueden usar yumi sintéticos.
Un estudiante kyudo nunca lo pisará mientras esté sobre el suelo (es considerado irrespetuoso), y por supuesto tratará al yumi como desearía ser tratado él mismo (por ejemplo manteniéndolo lejos del calor excesivo o frío, resguardado del exceso de humedad o sequedad y será sostenido erguido).
Se usan 2 o 3 piezas diferentes de madera de bambú para formar el cuerpo del arco, se engrasan y dejan secar al sol durante dos semanas (proceso sujeto a las inclemencias del tiempo), pasan por el fuego de un horno de carbón para limpiarlas y ayudar a deshacerse los aceites, en vista de que cada pieza es diferente el artesano debe decidir el grosor de las mismas para lograr el nivel de flexibilidad que él desea que cada arco posea, fracciones de milímetros pueden influir en la flexibilidad y lleva años comprender como se comporta y se mueve la madera, una vez las piezas tienen el grosor que el artesano quiere se pegan, seguidamente las piezas pegadas que conformarán el cuerpo del arco son atadas en modo entrecruzado con una cuerda entrenzada esta mantiene las piezas juntas y son la clave para que se logre la curvatura del arco, antes de que seque el pegamento, se introducen entre la cuerda y el arco pequeñas piezas de bambú que se utilizarán para mantener la posición del arco una vez se empiece a doblar, primero suavemente para ir luego doblando un poco más y que el cuerpo del arco adquiera una curvatura que irá aumentando paulatinamente hasta llegar a la curva perfecta según el criterio del artesano una vez adquirida dicha curva, se lo pone sobre un bastidor especial para ser encordado (o sea, para que se le coloque la cuerda); originalmente la cuerda o “Tsuru” del arco, parte fundamental del arma, estaba fabricada con fibra vegetal, por lo general de cáñamo, y estaba recubierta de cera natural para aumentar su resistencia y para hacerla más lisa, también a la cuerda se la cubría con una mezcla de resina de pino y aceite llamada “kusune” esto era para fortalecerla.
El arco tenía que ser levantado a la altura de la cabeza del jinete para poder disparar adecuadamente.