La mayor parte de su carrera la desarrolló en el Flamengo, donde está considerado una leyenda desde su debut en 1971.
Tras dos temporadas en el Udinese Calcio italiano, regresó a la entidad rojinegra y permaneció allí hasta su primera retirada en 1989.
[5] A nivel internacional, tuvo con la selección brasileña un total de 71 apariciones en partidos oficiales con 48 goles.
Su padre José era un inmigrante portugués y ferviente seguidor del Flamengo, pasión que inculcó a su hijo.
[11] A los catorce años, el América le había concertado una prueba por recomendación de sus hermanos.
Sin embargo, fue descubierto días antes por el periodista radiofónico Celso García, quien quedó asombrado tras verle marcar diez goles en un encuentro de futsal.
[14] El plan incluía inyecciones de esteroides que le ayudaron a ganar masa muscular sin perder velocidad ni agilidad, algo entonces permitido.
[20] La temporada se cerró con el cuarto campeonato Carioca y un broche de oro: la Copa Intercontinental 1981 por un sorprendente 3:0 al Liverpool de Bob Paisley, así como un premio individual al mejor jugador del partido.
[20] El Flamengo cerró su ciclo con dos Campeonatos Brasileños más en 1982 (frente a Grêmio) y 1983 (ante Santos F.
[21] A pesar de asombrar al público con su juego ofensivo, fueron eliminados en la segunda fase por Italia.
El Udinese permaneció en clasificación para competiciones europeas hasta que cayó lesionado frente al Brescia.
[25] Las cosas no mejoraron al término de la temporada 1984-85, en la que el Udinese acabó duodécimo y a tres puntos del descenso.
Se perdió muchos partidos por lesión, aunque siguió deslumbrando a los aficionados italianos en aquellos que pudo jugar.
[32] Las apariciones se redujeron hasta que en 1989 anunció su retirada del fútbol profesional a finales de año, con 36 años.
De esta etapa lamentó haber sufrido injerencias y aseguró que Collor «tenía buenas ideas, pero terminó decepcionando al pueblo brasileño».
Zico ejerció de capitán y convenció a varios excompañeros del Flamengo para que le acompañasen, como Leonardo y Alcindo Sartori, pero también ayudó a que otros brasileños encontrasen acomodo en el resto de entidades.
En ese último partido, contra Verdy Kawasaki, la estrella sufrió una de sus pocas expulsiones por protestar la actuación del colegiado.
[37] Su disciplina y compromiso para impulsar el fútbol en Japón le valió la veneración de los aficionados nipones.
El episodio marcó tanto al futbolista que llegó incluso a plantearse la retirada, aunque siguió en activo porque sus hermanos y padre le convencieron.
[41] En la Copa Mundial de 1982 celebrada en España, los brasileños partían favoritos para llevarse el trofeo.
Su última internacionalidad fue la eliminación en cuartos de final contra Francia, en la que falló un penal en el tiempo regular, detenido por Joël Bats.
[44] En agosto de 1999 fue contratado como técnico interino del Kashima Antlers japonés para reconstruir la plantilla y mejorar su mala posición en liga.
[45] Cumplió los objetivos previstos, pero al finalizar la temporada se marchó para gestionar el Centro de Futebol Zico.
El astro recomendó a Toninho Cerezo de sustituto y la elección resultó exitosa, al permanecer allí cinco años.
[68] Si se tienen en cuenta todos los torneos oficiales, la cifra asciente a 524 goles, lo que le convierte en el decimoséptimo máximo artillero de la historia.
Al igual que hicieron Pelé y Romário para alcanzar los 1000 goles, tomó en cuenta los anotados en amistosos, categorías inferiores e incluso los duelos benéficos.
[70] Al término del año, Lionel Messi consiguió 91 goles oficiales entre el F. C. Barcelona y Argentina.
Su padre José Antunes Coimbra nació en la portuguesa localidad de Tondela y se desplazó con toda su familia a Brasil cuando tenía 10 años.
El padre siempre mantuvo estrechos vínculos con su país natal, conservó la nacionalidad y fue seguidor del Sporting de Lisboa.
Bruno es el presidente del Centro de Futebol Zico do Rio, mientras que Thiago intentó sin éxito ser futbolista profesional.