[3] En tiempos recientes, el valor de esta piedra se ha revalorizado enormemente, siendo su principal comprador el mercado chino.
Se elaboraba con ella brazaletes, pendientes, pectorales, anillos... el ámbar era muy apreciado y se reservaba para la clase alta: guerreros, sacerdotes, reyes...[2] Otras gemas comunes eran la obsidiana, el jade, la turquesa, conchas y caracolas.
El principal uso que se registra del ámbar chiapaneco durante la época colonial es para la fabricación de rosarios, entre otros objetos.
[3] El comercio de ámbar nunca se perdió del todo, pero sí estaba muy olvidado y su compraventa era principalmente local.
En 1922, el arqueólogo danés Frans Blom, afincado en San Cristóbal de las Casas, viajó a Simojovel y escribió: Blom fue el primer arqueólogo moderno en investigar el ámbar chiapaneco desde un punto de vista paleontológico.
[9]:39 Junto con su mujer, Gertrude Duby Blom, estudió la importancia de esta piedra en la época prehispánica y localizó nuevos yacimientos.
En 1952, dos investigadores de la Universidad de California-Berkeley, Paul Hurd y Ray Smith realizaron un viaje a Chiapas para determinar el alcance e importancia del ámbar, poniéndose en contacto con los Blom.
Las incrustaciones fosilizadas incluían arácnidos, insectos, miriápodos, reptiles, agua, aire, polen y restos vegetales.
Los estudios sugieren que los actuales ámbares se originaron en un ambiente marino o estuarino con una flora formada principalmente de manglares.
[9]:43 El primer registro moderno sobre el ámbar de Chiapas fue realizado por George F. Kunz, geólogo y gemólogo.
Se encuentran principalmente en las laderas escarpadas de esta área montañosa y completamente abiertas.
[2] La roca de la mina es blanda y fracturada, lo que ocasiona derrumbes frecuentes.
[18][19][20] Los fósiles se cuentan por cientos e incluyen especies de anfípodos, isópodos coleópteros, ostrácodos, plecópteros y tanaidáceos entre otros.
[31] En 2017, el diputado Diego Valera Fuentes (PRD) hizo pública la iniciativa con proyecto de decreto para la Ley Minera, en el que pedía incluir al ámbar y por lo tanto amparar a los mineros de Chiapas.
Puso en evidencia que el Gobierno «no tiene un control exacto de cuánto ámbar queda en los yacimientos naturales que se tienen en Chiapas y para cuántos años de extracción y venta».
[4][36] Esto hizo subir el precio del ámbar y que más jóvenes se animasen a trabajar en las minas, sin embargo «el problema no lo han generado los chinos, existía ya de antes» apuntó el padre Marcelo Pérez, párroco tsotsil de Simojovel amenazado de muerte[37] por su postura pública contra la corrupción en el mercado del ámbar:
Gracias a ello se evitan en parte las imitaciones o la degradación del trabajo.